Si me concentro un poco puedo volver a ese momento en la cafetería rosso, la luz se colaba de entre la copa de los árboles, los bancos reverdecidos desprendían un olor a azufre desacostumbradamente dulce, es entonces cuando la luz se vuelve de un blanco resplandeciente que inunda la casa y desborda el río. Era Oryx, aparece en escena por primera vez.

Alterar la percepción hasta que se difumine los límites del cuerpo, concebir lo existente como un todo, reactivar los sentidos, en definitiva, cruzar a otro plano, nos atrae inevitablemente. Sin embargo, estamos convencidas de no tener los perfiles adecuados para experimentar con alucinógenos, y ante esta imposibilidad, proponemos Pelo de Trol, un sucedáneo que nos permite encontrar la manera de viajar hacia el otro lado.

“…Y todo lo que contribuya a una modificación tan fundamental de la experiencia de la realidad merece una consideración seria…”